martes, 26 de julio de 2022

ASUNTO DE INTERÉS

Parece ser que si uno tiene intereses, es persona sospechosa. Sospechosa de ser mala persona. Lo que coloquialmente se llama un "interesado". El interesado usa a los demás para su propio provecho, ¿quién puede dudar de esta afirmación, camino de convertirse en indiscutible convención postmoderna? Bueno, yo lo dudo. O mejor dicho: lo niego.

Pero establezcamos consensos antes de entrar en refriegas. El interesado mira por lo suyo, creo que en este punto no hay ninguna duda. Y a continuación cabe admirarse de esta cosa casi ¿increíble?, de uno que mira para sí, antes que hacerlo por los demás.

Detengámonos en este punto: si uno mira por y para sí mismo, entonces los demás, ¿en qué situación quedan? A priori, no se sabe. Hemos dicho que el interesado mira por lo suyo... antes que por lo de los demás, no que no le importen los asuntos ajenos. De lo que se trata en esta etapa del desarrollo dialéctico del tema, es dejar establecido argumentalmente que estar interesado por uno mismo, no determina nada respecto al resto de intereses existentes: te pueden importar un pimiento, sí, o ser lo más apreciado en tu vida en segundo lugar. Y no sé quién puede negar que el ser humano posee capacidad psicológica, física, emocional y material para mirar por un segundo interés después del suyo, o incluso puede que por un tercero, y hasta un cuarto. Todo ello sin renunciar al primero, que solo goza del privilegio de ser anterior en el tiempo a los demás. No es tanto privilegio, bien mirado.

Ah, ojo: si eres un interesado, eres un egoísta. Sí. Pero un egoísta, no un desalmado que va por la vida pisando cráneos. Como decía antes, el interés propio no es una prohibición al interés por lo ajeno. "Por el interés te quiero, Andrés", se dice. Sí, pero nunca se dice que no existe una obligada relación causa-efecto entre utilizar a Andrés y causarle un perjuicio, ni a sabiendas, ni por desconocimiento. Andrés no solo no tiene porqué salir dañado, sino que hay posibilidad que salga beneficiado si se es capaz de encontrar vías para aunar los dos intereses ¿Cómo? Preguntando primero, negociando después, acordando finalmente. Está también en la capacidad humana.
Y aquí viene, o debería venir, el segundo consenso: no hay contradicción entre el interés egoísta y el interés altruista, ¿por qué entonces esa convención posmoderna a la que me refería según la cual, o tienes uno, o tienes el otro, pero no los dos a la vez? Es un gran misterio cultural, un paradigma que se nos echó encima como una niebla. Porque eso es lo que hizo: nublar un entendimiento elemental para la razón.

Y matemático. La de veces que hay que escuchar y leer: son los "Intereses partidistas". Y se supone que hay que poner cara de asco. Quizá porque lo higiénico es ser una parte sin intereses de parte. Ojo al dato: parte sin interés de parte; parte con supuesto interés general... sin constituir el sujeto general ni poder físicamente llegar a serlo, nunca. Algo está escacharrado en este nebuloso paradigma.

En definitiva: no hay lucha filosófica -ni por la vía de la Lógica, ni por la Ética, ni por la Política-, y no tiene por qué haberla, entre el "interés del Ego" y el "interés del Alter". Pero soy consciente que esta rebelión contra algo tan erróneo como intuitivamente paradigmático tiene todas las de perder. La batalla del lenguaje está ganada por la idea excluyente de que hay que elegir. Y sí, ya sé, luego están los célebres dilemas morales del mal el que menos, sacrificar lo menos valioso para salvar lo más valioso, etc. Pero es que no es esto de lo que he tratado específicamente en este artículo, que es un mero asunto de interés...
M i c k d o s

sábado, 23 de julio de 2022

DIVINOS Y DELIRANTES

La reciente decisión del Tribunal Supremo de los Estados Unidos de revertir el veredicto tomado en el caso Roe vs. Wade hace casi 50 años y privar de esta forma a millones de mujeres del derecho al aborto , al dejar la decisión sobre el mismo al libre arbitrio de los estados, no ha pillado a nadie de sorpresa dada la composición del tribunal, en el que se encuentran seis opusdeístas encumbrados al púlpito en un país de mayoría protestante. A lo largo de las últimas décadas, el Partido Republicano no ha desaprovechado ni una sola oportunidad de colocar a alguno de sus juristas predilectos y ultramontanos en el alto tribunal, mientras que los demócratas han actuado con su proverbial tibieza –cuando no entreguismo- de siempre, evitando los conflictos con los republicanos sobre este tema incluso cuando parecía inevitable ensarzarse en ellos. Por supuesto, los jueces que han tomado esta decisión saben perfectamente que no sólo los estados que han legalizado el aborto seguirán permitiéndolo, sino que las mujeres que residan en estados antiabortistas emigrarán hasta encontrar un sitio donde puedan practicar la operación que buscan, ya sea Canadá, México o cualquier otro estado norteamericano. Pero aquí se trataba no sólo de demostrar quien posee verdaderamente el poder, sino también de tomar una revancha de todo lo ocurrido en las permisivas décadas de los años sesenta y setenta del pasado siglo. La muchedumbre misógina, racista y reaccionaria no iba a conformarse con menos, aún a riesgo de que las poblaciones negra y latina, al ver dificultado el acceso al aborto, puedan crecer todavía más de lo previsto en las próximas décadas.

Sin embargo, hay un aspecto que a mí es el que me parece más interesante, y que está escapando a muchos análisis. Y es la posibilidad de que, desde un punto estrictamente legal, el SCOTUS (Supreme Court of the United States) tenga pura y simplemente razón.

En efecto, en ninguno de sus artículos o párrafos menciona la constitución de los Estados Unidos el derecho a abortar. ¿Y cómo iba a hacerlo en un texto redactado hace 246 años por un grupo de patriarcas esclavistas y comerciantes de la Nueva Inglaterra?

Una de las ideas que hay que desechar es que la revuelta que tuvo lugar en la América del Norte tuviera un carácter revolucionario, a diferencia de lo que si ocurrió con la revolución de Cromwell en Inglaterra en 1640 y, sobre todo, con la Revolución Francesa, la cual, como han mostrado todos los historiadores que la han tratado seriamente, no fue una sola revolución, sino como mínimo tres que se desarrollaron de manera paralela; la de los jacobinos, la de la Montaña, y la revolución protocomunista que encarnaron hombres como Graco Babeuf.

La llamada Revolución Americana, por el contrario, fue una revolución de grandes terratenientes esclavistas del sur e industriales de los estados del este contra el dominio colonial inglés, que frenaba o impedía empresas como la expansión más allá de los Montes Apalaches o los conocidos impuestos y aranceles decretados por la corona británica. El hecho de que en Inglaterra se alzaran cada vez más voces pidiendo justamente la abolición de la esclavitud fue justamente un motivo adicional de alarma para los terratenientes esclavistas sureños. Lo que se vendía como revolución democrática era en realidad un régimen político de propietarios en el que sólo los hombres blancos con una cierta fortuna tenían derecho al voto y a participar en la vida política. En realidad, en esto no era muy diferente de los pocos países europeos que ya entonces tenían un régimen político con un embrión de democracia burguesa. El derecho a voto para todos tardaría más de siglo y medio en conseguirse y eso de manera gradual –hasta los años sesenta del siglo XX los negros sureños no tendrían un derecho a voto real- , y no sólo eso; cuando uno lee los textos de los artífices de la independencia norteamericana, lo que encuentra es una cierta pobreza intelectual si los compara con las obras de los enciclopedistas franceses o con todo el debate político que conllevó la Revolución Francesa. En un artículo reciente, el periodista Thierry Meyssan hacía notar la diferencia entre la concepción anglosajona de los derechos del hombre, que apenas reconocen sino el derecho a la propiedad y la libre expresión, y los derechos del hombre proclamados por los pensadores franceses, que implicaban una participación política constante de la ciudadanía. Los autores de la constitución americana –Washington, Adams, Madison, entre otros- tenían muy claro que los asuntos de gobierno tenían que estar en unas pocas manos. Algo parecido ocurre con el sistema electoral estadounidense, en el cual lo realmente determinante no es el voto popular, sino el voto de los delegados por el colegio electoral de cada estado.

Por lo tanto, nada de lo ocurrido en ese Tribunal Supremo puede venir como una sorpresa. Pero el tribunal en cuestión no se ha limitado a cercenar el derecho al aborto de las mujeres norteamericanas. También ha privado casi de competencias a la EPA Environmental Protection Agency) al determinar que también en este asunto son los estados los que deben tener las competencias a la hora de determinar cuántos gases y sustancias tóxicas pueden desprender las empresas en sus procesos de producción. Se trata de volver a un tema preferido de los republicanos en las últimas décadas; minar las competencias del gobierno de Washington a fin de mantener con mayor facilidad los numerosos reductos de supremacismo, radicalismo religioso y desprecio total al medio ambiente en beneficio de las grandes compañías. Todo eso bajo el rancío lema de los “state rights”, invocados en su día por el mismísimo Ronald Reagan. Por supuesto, que el mantener esta política ecocida implica también un negacionismo no sólo religioso sino también referido a las cuestiones del medio ambiente.

Pero esta extrema derecha norteamericana no se limita a orquestar todas estas campañas dentro de su propio territorio, sino que sabe exportarlas al resto del mundo, a menudo bajo la batuta de Steve Bannon, el más famoso de los consejeros del anterior presidente Trump, y líder autoreconocido de la llamada Internacional de la Alt-Right, la derecha alternativa con sus verdades alternativas y casi sus universos paralelos. Una de sus teorías favoritas es la célebre “Replacement Theory”, según la cual unas élites mundiales, probablemente dirigidas por George Soros, estarían llevando a cabo un plan para sustituir a la raza blanca por la raza árabe o africana en Europa, y por las diversas minorías étnicas en los Estados Unidos, donde la mayoría WASP, que según los cálculos dejará de ser tal alrededor del año 2044, se convertiría en minoritaria en su propio país.

También la práctica del llamado “lawfare” se ha extendido de los Estados Unidos a muchos países del mundo. El caso de Brasil y la persecución política a los líderes progresistas Lula y Dilma Rousseff fue paradigmática en este sentido dentro de la famosa operación Lava Jato, un muestra de manual de cómo una operación policial y judicial puede convertirse en realidad en una purga política. Pero operaciones muy parecidas se han dado en países como Polonia y ¡oh, herejía!, en la Ucrania del supuesto héroe de la democracia Zelenski. En España tenemos nuestra propia casta judicial, poco menos que inamovible e inasequible al desaliento, y , mucho más todavía, a la renovación.

En la Edad Media y en los siglos que precedieron a la Revolución Francesa, se tenía por verdad establecida que los reyes lo eran por derecho divino. Más tarde, la aparición de la Ilustración y de la democracia burguesa dio fin a esta idea, aunque no necesariamente a la monarquía que se ha perpetuado en diversos países europeos bajo la apariencia de la monarquía constitucional. Pero en las modernas democracias limitadas, en las que la voluntad de la ciudadanía cada vez cuenta menos y la de los poderes en la sombra cada vez resulta más evidente y asfixiante, los jueces de instituciones como un tribunal supremo , especialmente si su mandato es de por vida, han adquirido un cierto halo de divinidad. El que muchas de sus decisiones sean consideradas como delirantes por los ciudadanos es un riesgo que el sistema ha decidido asumir alegremente. 

V E L E T R I

lunes, 18 de julio de 2022

Diferencias entre personas y personajes, o por qué no me gusta ningún Corral...

Lo único que alcancé a entender de la sesuda presentación de la Liminalidad es que se trata de un UMBRAL, y que la adolescencia es una de esas situaciones difusas y confusas a la que se puede aplicar ese término. Intelectualmente, uno es un maestro-escuela que no llega a licenciado; vitalmente, me siento adolescente en permanente búsqueda y cuestionamiento, por más que el espejo me devuelva la imagen de un señor calvo y con barriga.

Si puedo aportar algo, es lo que he escuchado a personas más sabias que yo y lo poco que recuerdo de autores que considero lúcidos. En ambos casos, de forma oral o escrita, uno se enriquece con personas que han explorado un aspecto de la condición humana.

De chaval me fascinaron las nociones de etimología: descubrir que "persona" era la máscara con la que los actores griegos transmitían su papel cómico, trágico o ambiguo como la vida misma. Sin embargo, el mejor regalo para mí ha sido el privilegio de conocer y dialogar con Personas sin careta, que se expresaban con la solidez y humildad de una vida coherente. Pero me ha servido para detectar a los Personajes pagados de sí mismos, impostados, el Vanidoso del Principito que vive por y para el aplauso superficial: el Postureo actual.

Siempre creí que a los amigos se les puede contar con los dedos de una mano, porque nunca dudé que "amigo es quien recibe tu llamada a las 2 de la mañana, y a las 3 está en tu casa". Creo en esa lealtad incondicional para ayudar pero también para hacerte ver que estás metiendo la pata y ayudarte a salir del apuro: un amigo ve tus defectos, pero los suaviza en beneficio de todos.

Al llegar al Blog encontré de todo: Personas y Personajes, individuos que hablaban desde las entrañas y otros que comentaban desde la distancia de lo impersonal con su ideología. Yo no soy un intelectual, y hablo desde mis entrañas, con las emociones del trato humano que permite crecer en la infancia y que necesitan los adolescentes para forjar su personalidad. No he renunciado a ese trato cálido durante mi juventud ni madurez, ha sido mi herramienta educativa en el aula y con las familias de mis alumnos. Y ha sido mi forma de seleccionar a las personas que podía estimar como "amigos" o sólo "compañeros", o dejarlos en "conocidos" y hasta desechar los "impresentables" que sentía tóxicos. Son mis propias "Reglas", muy parecidas en la vida real y en el espacio virtual de un Foro. Rotundamente distintas a las de muchos: a algunos les parecen ridículas o pueriles, y a otros incluso aberrantes porque nada tiene que ver con el anonimato que desean en Internet.

Durante 4 años, en el Blog Coral aprendí mucho, de la humanidad de los recuerdos y compromisos de muchos, y de los retos intelectuales de otros para proponer argumentos que contrarrestaran su visión "liberal" y desesperanzada sobre la bondad de las personas, sus objeciones al derecho a la igualdad de oportunidades y su ceguera ante la impunidad con la que los poderosos manipulan las reglas de juego para que siempre gane la Banca.

Ahora me encuentro en una encrucijada: baneado desde hace dos semanas se me propone participar en este otro Blog donde, extrañamente, no entra nadie que no sea del antiguo. ¿Dejar el Asilo frenopático y entrar en el Convento con la Madre superiora omnipresente, con cien comentarios diarios?. De nuevo la Etimología viene en mi auxilio: una Encrucijada no es una Bifurcación con dos opciones. Es un cruce de dos caminos donde se puede tirar a derecha, izquierda o seguir de frente. Toda la vida he sido respondón e imprevisible, aun renunciando a la comodidad, y uno ya está mayor para dejar de tener "genio y figura...hasta la sepultura".

Tiro por el camino de en medio, sin disponer del altavoz de ningún Blog ni disfrutar de los comentarios de personas a quienes estimo en alto grado. Me voy con mi Silencio, ligero de equipaje, agradecido de este periplo que ha durando tanto como la primera circunnavegación de El Cano: tres años y pico. Como Machado "me debéis lo que he escrito". Nuevos retos, nuevas Personas que encontrar...así es como merece la pena vivir.

Sentido común

martes, 12 de julio de 2022

EL SIGNIFICADO MÁS PROFUNDO DE UCRANIA

Occidente, de manera arrogante, entró en guerra con el eje Rusia-China, sin el debido cuidado. Esperaba una "victoria" fácil, con sanciones que implosionaran la economía rusa, y con tácticas militares de guerra urbana tomadas de Siria, que desangraran al ejército ruso. En lugar de ello, está resultando ser una monumental debacle. Es más, sus múltiples fracasos y su propaganda insultantemente segura están demostrando ser un punto de ruptura, que da paso a una nueva era en lugar de clavar el viejo orden, como Occidente había esperado.

¿Por qué es tan grave esta nueva era? En primer lugar, por lo que hay "debajo". Las debilidades estructurales y la "podredumbre seca" que se han ido acumulando durante décadas, en sótanos húmedos. Se mantuvo alejado, fuera de la vista. Los "niños" fueron retirados del alcance del oído, cuando los "adultos" hablaban entre ellos, para reconocer la decadencia y la podredumbre que afectaban a sus mansiones.

Por supuesto, el mundo exterior siempre sospechó del estado ruinoso de la "Casa Grande" (EEUU), pero entonces Rusia demostró descaradamente a todo el mundo lo desvencijada que es, en realidad, en la economía, en la guerra y en el Foro Económico de San Petersburgo. Putin instó al mundo a que se mantuviera firme frente a las pretensiones de los presumidos dueños de la Gran Casa. Fue un suave y cortés llamamiento a la rebelión.

Sí, el conflicto de Ucrania es realmente un punto de inflexión. ¿Pero para quién? Algunos (de fuera de Occidente) en el reciente Foro de Davos, simplemente pusieron los ojos en blanco ante la emotiva reacción europea a los acontecimientos en Ucrania, y señalaron el doble rasero de su negligencia ante los ruinosos conflictos en otros lugares y el desprecio por las anteriores oleadas de refugiados. "Hay un impulso maniqueo, occidental, de ver el mundo en binarios", dijo Samir Saran, de un think tank de Nueva Delhi: "Trabajamos en tonos de gris".

Sin embargo, la realpolitik de Ucrania está reconfigurando la geopolítica mundial. Por un lado, ha impulsado a los "otros" a rebelarse contra las pretensiones de Occidente, que se autodenomina El Mundo Civilizado, como si dijera: "no hay civilización fuera de nuestra civilización". Este engreimiento explica que Occidente condene a todas las demás civilizaciones, tanto en el presente como en el pasado, como atrasadas y como potenciales amenazas para la estabilidad y la seguridad mundiales. Por eso utiliza eufemismos para definirse como "la comunidad internacional".

¿Por qué? Porque el Zeitgeist occidental se niega a contentarse con la ley inmutable de la tradición social que rige las culturas orientales, "si no que se manifiesta como un espíritu que se esfuerza por incorporarse a la humanidad y por cambiar el mundo" -así lo escribió Christopher Dawson, hace casi un siglo, en Religion and the rise of Western Culture. Esto significa que, a diferencia de la civilización china, la india, la budista, la amazónica, la cristiana ortodoxa, la musulmana o cualquier otra, la civilización occidental es única, ya que ha tratado continuamente de extenderse agresivamente de forma misionera, imponiéndose y apoderándose del resto del mundo. En otras palabras, solo ella pretende ser global.

El significado más amplio de Ucrania radica en esta idea: Otros líderes ya no son ingenuos cuando Occidente les ofrece cuentas de cristal (o dólares de papel) a cambio de sus verdaderas riquezas. Ucrania ha acelerado las conversaciones sobre la integración entre bloques económicos, y varios discursos de los líderes regionales de los BRICS en la Cumbre de esta semana se han centrado en cómo escapar de la deuda dolarizada. O mejor aún, cómo implementar un sistema alternativo al establecido en Bretton Woods.

Además, los ciudadanos de los BRICS -como los de Europa también- no anhelan mercados más eficientes ni "más" neoliberalismo. El Oriente Medio, en particular, ya está harto del neoliberalismo y de las extremas desigualdades de riqueza a las que ha dado lugar. Tienen malas experiencias con las doctrinas de desarrollo depredadoras del Banco Mundial y del FMI. Ahora tienen la prueba de que los Estados debidamente preparados no solo pueden sobrevivir a las sanciones occidentales, sino que pueden utilizarlas como herramienta para alterar el sistema comercial mundial en su beneficio.

El riesgo derivado de la crisis del coste de la vida que se avecina es fácil de entender: el riesgo derivado de la escasez adicional de alimentos es casi imposible de calcular. Hay -como en Europa- miedo, y también rabia, a la desintegración del sistema; miedo, a medida que las ciudades se vuelven violentas y mal administradas. No buscan "más Europa", sino más políticas identitarias. No les importa ni un ápice "más nada". La ira es evidente, ya que la gente quiere que los sistemas funcionen, pero no lo hacen. Quieren volver a vivir la vida, normalmente.

Y a medida que soplan los fríos vientos de las subidas de precios inflacionistas y la recesión, miran a sus líderes, no para que les den "más mercado libre", sino para que les protejan de los mercados y de los absurdos reguladores. Sienten el peligro de que unos desconocidos "bucles catastróficos" implosionen partes de sus economías.

Este es el principal mensaje geoestratégico que se desprende de la guerra de Occidente contra Rusia: Los rusos -y muchos otros- dicen que ya están hartos de la "occidentalización" (por la que se entiende su atributo "misionero"). Por supuesto, ser "Occidente", pero no "occidentalizado"; por supuesto, ser "europeo", pero no un demagogo de "más Europa", sugieren los no occidentales.

Es en este contexto donde el término "Mundo Ruso" (Russky Mir) cobra sentido. Tiene un origen antiguo: su primer uso formal en su sentido moderno fue en 2007, cuando el presidente Putin decretó la creación de la "Fundación Russky Mir", patrocinada por el gobierno.

Para algunos, el término "El Mundo Ruso" significa cualquier lugar donde vivan los rusos. Si solo significa eso, entonces se trata de un proyecto puramente nacionalista. Para algunos, el término significa el mundo de habla rusa, pero si solo significa eso, entonces se trata de un proyecto puramente lingüístico. Para otros, el término significa dondequiera que vivan los cristianos ortodoxos, pero si solo significa eso, entonces se trata de un proyecto puramente confesional.

Sin embargo, para muchos rusos de hoy, "el mundo ruso" significa algo más, algo mucho más amplio. Significa cualquier lugar en el que vivan aquellos que se oponen a la explotación de Occidente. Aunque viven principalmente en Rusia, China, India, África, América Latina, el mundo musulmán, Indonesia y Kazajstán, existen en todo el mundo, incluso en el corazón de Occidente. Son los que se resisten a la campaña de ilusión cuidadosamente orquestada por "la comunidad internacional". Para los rusos que viven en el mundo real, las ilusiones de Occidente son absurdas y malvadas. 

ALASTAIR CROOKE

sábado, 2 de julio de 2022

ANARCOCOMUNISMO Y SOFTWARE LIBRE

En varias conversaciones entabladas en el Blog Coral se debatía sobre individualismo versus colectivismo dentro del marco de actuación anarquista. ¿Qué es más importante, el individuo o el colectivo? ¿Cómo se puede preservar la libertad individual en una sociedad en la que debería prevalecer lo colectivo como principio fundamental?

Este debate que ha ocupado la historia del anarquismo desde sus inicios todavía no se ha resuelto a día de hoy. Aunque parece que la solución vendría de la mano del anarco-comunismo, hay muchos flecos que quedan sin atar.

Dentro de la teoría anarquista, el anarco-comunismo abogaría por la abolición del capitalismo, del trabajo asalariado, del estado y de la propiedad privada pero se respetaría el derecho a cierta propiedad personal. Esto último, junto con la propiedad comunal de los medios de producción y un consejo de trabajadores (al estilo de los soviets) que operaría bajo el lema "de cada cual según sus capacidades, a cada cual según sus necesidades" serían las características definitorias del anarco-comunismo.

¿Es posible poner en práctica este tipo de anarquismo? De hecho, se ha puesto y en el s.XX ejemplos de anarco-comunismo fueron el de los territorios anarquistas durante la Revolución española, el Territorio Libre durante la rusa y la Provincia Libre de Shinmin en China.

"El anarcocomunismo, en contraste con la base filosófica anarquista basada en el individuo, amplifica el sentido de la experiencia colectiva por encima de la individualista. Pero aun así, no anula al individuo ni el interés personal." (wki)

Así que tenemos: Abolición del Estado, de las clases y de la propiedad privada..pero lo que enfatiza el anarco-comunismo es sobre todo la abolición del dinero, del trabajo asalariado y el rechazo a la teoría del valor-trabajo original del liberalismo clásico que luego han defendido el socialismo y el marxismo.

Por otro lado, el anarcocomunismo apenas se diferencia del llamado anarcocolectivismo pero con una diferencia fundamental: El segundo aboga por la propiedad colectiva pero cada miembro puede disfrutar de la ganancia individual de su trabajo mientras que el primero solo acepta como individual el valor de uso, pero el producto del trabajo es de toda la comunidad.

Derecho al uso, individuo y propiedad de la comunidad serían, pues otras de las características que diferencian el anarcocomunismo del anarquismo colectivista clásico.

Podría darse este tipo de anarquismo hoy día en nuestra sociedad?..Cómo y de qué forma?..Se está poniendo en práctica en algún tipo de ámbito?

Dicen que en el llamado Software Libre.
Todo esto en la práctica claro, pero que lleve la etiqueta de Software Libre no garantiza la existencia de acratismo y cada vez aparecen más empresas capitalistas que se acercan al Software Libre con intereses de mercado.
De todas formas, el desarrollo de GNU/Linux sería el ejemplo que más se acerca a lo que se entiende por SL pues todo su código fuente puede ser utilizado, modificado y redistribuido libremente por cualquiera bajo la GNU (General Public License) y otra serie de licencias libres.
En definitiva, lo más interesante del Movimiento por el SL es que transmite un sentimiento de apoyo mutuo, de libertad y de propiedad colectiva y autogestión que puede ser muy útil para practicar el anarquismo en la red.

El desarrollo de software libre sigue la idea anarcocomunista de “de cada uno según sus habilidades y a cada uno según sus necesidades”. Bajo esta premisa se han construido GNU, Linux, Copyleft, Wikipedia. Claro que esta especie de bazar de libre acceso no controlado por el mercado no se parece nada a las sociedad comunista con que soñaba Marx pero sí se parece a la visión que Marx tuvo en la cabeza de una sociedad comunista que funcionase, que no necesitase controles de mercado ni opresión para que las cosas saliesen bien.

Se puede decir que en el SL se practica la ayuda mutua y entre los usuarios se resuelven dudas o se resuelven errores. Cierto que no hay asambleas físicas pero las listas de correo funcionan como espacios de decisión y acción horizontales y los problemas que tiene cada usuario se pueden resolver de forma autogestionada.

Pásense a Linux, señoras.

𝕸𝖆𝖑𝖊𝖋𝖎𝖈𝖆𝖊