Reflexionando sobre el impacto que siguen teniendo en nuestra moderna sociedad los grandes acontecimientos deportivos —como las Olimpiadas o los Mundiales de fútbol—, que no ha disminuido con respecto a otras épocas, sean lejanas o cercanas..me sorprendía esa capacidad de concitar a su alrededor a grandes masas de población que tiene todavía hoy el deporte-espectáculo y cómo siguen provocando el mismo tipo de reacciones y basadas en las mismas fórmulas de interacción entre espectadores-aficionados y deportistas que hace cien, quinientos y hasta miles de años atrás.... No importan los cambios profundos que se hayan operado en el estilo de vida, en las pautas de comportamiento social e individual y en la mentalidad de una buena parte de la humanidad (sobre todo la adscrita a la cultura occidental).. No importa que los avances tecnológicos, sobre todo tras el paso de lo analógico a lo digital, hayan condicionado nuevos gustos, nuevas aficiones, nuevas formas de disfrutar del ocio que ya no tienen nada que ver con las formas de hace siglos e incluso décadas.. La tecnología, el progreso, la industria del espectáculo han operado una profunda transformación en la manera en que la masa social concibe su tiempo libre y a qué lo dedica. Ya no vemos el cine como lo veían nuestros abuelos, por ejemplo.. Y no me refiero a los evidentes avances técnicos y artísticos de la industria cinematográfica desde su nacimiento hasta hoy; me refiero, más bien, a la forma de acercarnos a la ficción cinematográfica.. Primero con la TV y luego con las plataformas..ver una peli se fue convirtiendo en una actividad menos social cada vez..las salas de cine están condenadas a desaparecer..y acabará siendo una experiencia individual de forma generalizada.. Lo mismo para el teatro o los conciertos de música.. El primero ha dejado de interesar por completo a la gran masa social y apenas es apreciado y frecuentado por una minoría más o menos intelectual..los segundos se han reducido a grandes performances llenas de espectáculo pirotécnico y tecnológico donde el talento artístico de quien da el concierto es lo de menos.
No es una crítica de quien siente nostalgia del pasado..es una constatación de cómo el paso del tiempo afecta a la actitud y las necesidades que, en lo que respecta a las formas de ocio colectivas, experimentan las sociedades... y no juzgo si son mejores o peores..solo señalo el hecho..
Es evidente que en ello influye también un cambio de mentalidad y de sensibilidad.. El público actual (al menos el más civilizado) ya no se siente atraído como antaño por espectáculos que implican crueldad hacia los animales, por ejemplo..o cada vez hay menos gente para ellos..e irán desapareciendo de forma natural..a cambio, esta forma de ocio está siendo sustituida por otras que implican un acercamiento y contacto positivo con la naturaleza..el camping, el deporte al aire libre, el senderismo, cada vez tiene más adeptos y son actividades de ocio plenamente modernas..nuestros abuelos no entenderían qué placer encontramos nosotros en patear los montes o dormir en medio de un bosque por puro placer, por ejemplo...
Pero lo que no ha cambiado un ápice, tanto en los sentimientos o emociones que suscita en la masa social como en su comportamiento, son los grandes eventos deportivos... Cuando se trata del fútbol —sobre todo— o de baloncesto o cualquier otro deporte —y da igual si son las ligas nacionales o un mundial—, o cuando se trata de unas Olimpiadas..esa masa social, tan distinta a sus ancestros en la forma de disfrutar de cualquier otra forma de ocio..se comporta exactamente igual que lo hacía la plebe de Roma, Grecia o Cartago... Y además, el sistema, las élites, los gobiernos —apoyados en la labor por los medios de comunicación de masas— fomentan y financian estos eventos de forma que lleguen a todos y se conviertan en acontecimientos que ocupan prácticamente toda la actualidad y una buena parte del tiempo libre de espectadores y aficionados mientras duran.
Y es porque el poder sabe desde hace miles de años, cuando comenzaron a florecer las primeras civilizaciones..que este tipo de eventos tienen un efecto catártico y que a través de estas confrontaciones lúdico-festivas se canalizan instintos primarios de las masas que, si no fuese así, se volverían peligrosos para el sistema... Por eso el deporte-espectáculo no cambiará mucho ni evolucionará demasiado en sus fórmulas..al revés que otras formas de entretenimiento social...
Pero he aquí el dato que, quizás, no es tan fácilmente deducible: La grandiosidad y la importancia social del deporte-espectáculo es mayor cuanto menor es la participación de la sociedad en la política y en el gobierno.. Dicho de otra forma, a menos participación del pueblo en las decisiones políticas de un determinado régimen de gobierno más se fomenta su participación en los espectáculos deportivos como forma de sustituir la tendencia natural de las sociedades humanas a formar parte de la toma de decisiones que conformarán la forma de gobierno y las leyes de la comunidad.
Lo de lucir el color de tu equipo, las "banderas", los cánticos, y hasta el forofismo y la idolatría hacia determinados deportistas lo inventaron, concretamente, los emperadores romanos cuando el Imperio acabó con las últimas formas democráticas de la República. O sea, a menos espacios de decisión política para la plebe y el pueblo llano.. más grandiosos los espectáculos destinados a ellos. Con el Imperio, las asambleas populares que todavía tenían alguna importancia durante la República, acabaron desapareciendo ya que todo el poder se concentraba en el emperador..
Así lo explica el gran historiador marxista S.I. Kovaliov en su Historia de Roma:
El Imperio, con la destrucción de las asambleas populares, había privado al pueblo romano de uno de sus principales canales de participación e influencia en la política de Roma.. Así que la distracción del subproletariado para que no se sublevase acabó siendo una necesidad política de primer orden. Los mismos emperadores comprendieron esta necesidad e instituyeron cargos para la organización de los espectáculos (procuradores de los juegos, "procuratores ludorum", "munerum"). Se invirtió una gran parte del erario en engrandecer y convertir en fabulosos espectáculos las distracciones más gratas a las muchedumbres romanas; los combates de fieras, los juegos de gladiadores y, sobre todo, las carreras de cuadrigas pasaron a ocupar una importante parte de la vida de las mismas.. Sobre todo, las carreras se convirtieron en una manía después de que se empezó a vestir a los conductores de distintos colores: entre los espectadores surgieron fracciones “rojas'', “verdes” y '“azules”; se hacían apuestas jugando sumas enormes y, a veces, se producían entre los distintos grupos violentas refriegas. En la última época del Imperio los “partidos” deportivos llegaron a ser los sucedáneos de los partidos políticos. Los conductores y los gladiadores favoritos gozaban de una enorme popularidad, sus retratos eran pintados sobre los muros y sobre las cerámicas y las mujeres enloquecían por ellos.
Pues eso..que el forofismo deportivo lo inventaron los Césares para evitar revueltas de la plebe.. En dos mil años no ha cambiado nada..
Crisis de credibilidad del sistema?.. Riesgo de revueltas y contestación social?.. Na, más fútbol y deporte-espectáculo por vena y listo..
Idiotas..